sábado, 27 de marzo de 2010

Enamorandose de la Villa

Días después de haber vuelto, la villa sigue ejerciendo su magia en nosotros.


Es que hay lugares que son así, te conquistan el alma y te ablandan el corazón. Te dan un pedacito de si, para que lo lleves contigo y te exigen a cambio un cachito de tu alma, para dejarla guardada hasta que vuelvas. Y esa parte nuestra, que ya no lo es, porque ahora es de las sierras, nos llama, mezcla de susurro y gritos, que nos pide que volvamos una vez más.



Es seguro que volveremos a Villa Serrana, y será como volver al hogar.




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