viernes, 19 de febrero de 2010

Prólogo



Los canarios se cansaron y se tomaron vacaciones de todo: del trabajo, de la familia, de la casa, del jardín (que entre lluvia y sol no deja de crecer) de la perra y hasta del departamento mismo.

Y bue, se mandaron la canariada (otra cosa no podían hacer), de emprender un éxodo que los llevaría desde su querido Canelones, hasta lo más apartado de la civilización moderna, hasta la tierra de las sierras y los serranitos, de los alfajores y los repechos.

A través de régias rutas nacionales, cruzando los senderos de la patria, los canarios vacacionaron en Lavalleja.

Más propiamente, en un lugar que intenta conjugar la modernidad, pero trata con fuerza de mantenerse sin cambiar.

Los Canarios del Oeste viajaron a Villa Serrana.

(continuará...)

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